Cada año, muchos gatos van a quedarse ciegos por enfermedades y/o accidentes, algunos acabarán en refugios buscando familia sin mucho éxito por causa de sus supuestas limitaciones. Por este motivo, considero muy importante dar a conocer todas las capacidades de estos seres maravillosos que nunca dejan de sorprendernos.


Cuando acogimos al primer gatito ciego, el veterinario, nos dijo que si salía adelante, su vida iba a ser muy limitada, tendría que vivir en un lugar sin obstáculos, sin muebles, dónde lo tuviera todo a su alcance. Aún así, decidimos intentarlo y en seguida comenzamos a comprobar la facilidad con la que aprendía a superar sus dificultades y a superar obstáculos. Desarrollamos un código dando golpecitos en los muebles o en el suelo, para que él pudiera calcular distancias, subir o bajar. Pronto, empezó a investigar por sí mismo, y vimos con sorpresa y alegría que era capaz de llevar una vida como la de cualquier gato, subiéndose a los muebles más altos, cazando moscas, corriendo delante o detrás de sus otros compañeros gatunos.


Os preguntaréis, si adopto un gato ciego ¿Qué precauciones debo tomar para ayudarle a adaptarse a su nuevo hogar?


Lo más importante, es proteger muy bien ventanas y balcones, igual que lo haríamos con cualquier gato, pero con ellos es aún más importante hacerlo porque a veces pueden no controlar distancias o alturas tan bien como los gatos que ven y puede ser aún más peligroso.
Mantener cerrada la tapa del inodoro.
Intentar no cambiar muebles de sitio con frecuencia e intentar no dejar demasiadas cosas por medio.
Usar juguetes que huelan a catnip o que hagan ruido, así les resultará más fácil perseguirlos y localizarlos.

En cuanto el gato se haga un mapa mental de su nuevo hogar, lo veréis moverse con total normalidad, subirse al mueble más alto de casa, correr como un loco, subirse o bajarse de un salto de cualquier sitio.


Os costará creerlo pero son gatos que no requieren ningún cuidado ni atención especial y que con unas mínimas medidas de precaución llevará una vida plena y feliz a vuestro lado.


Además, habréis dado un hogar a un gatito que de otro modo pasaría sus días en un chenil o vagando de acogida en acogida.