Alba fue rescatada desnutrida y llena de parásitos. Llevaba meses abandonada cerca de Illora y no se dejaba tocar por nadie, tenía pánico a las personas. Y seguramente tendrá sus razones. En el cuello tiene un callo de haber estado atada mucho tiempo y de haber crecido con un pequeño collar; con cada gesto brusco se achanta...

Ahora vive en un hogar de acogida. Su cuidador dice que está muy bien, que le mueve el rabito y le hace fiestas cuando está cerca. A veces incluso es demasiado cariñosa, cosa que nos alegra enormemente. Quizás consiga, con mucho amor, olvidarse del maltrato. Lo que necesita es una adopción y estar en familia.